EXPERIENCIA, SUPER SENSORIAL EN EL FETICHISMO
El fetichismo una experiencia super sensorial.

En el fetichismo, donde los sentidos se agudizan, la vista, el oído, el gusto y el olfato toman protagonismo.

¿Alguna vez te has atrevido a probar?

Ahora te pido que cierres tus ojos y te centres en tu respiración, por unos instantes. Vamos a imaginar que acudes a un local, sus colores predominantes son, el rojo, negro, morado y dorado.

Lo primero que ves es a una bella mujer que te acompaña y te invita a cambiarte de ropa, te pide que te desnudes y te pongas un albornoz a continuación pasas a una sala donde te duchas y esperas a que te acompañen a la sala número 3, allí sentada en una silla de reina de color dorado, una bella mujer morena con el cabello largo y sedoso, percibes el aroma de su piel que se entremezcla con el olor a ropa de cuero.

Te acercas y sientes la necesidad de arrodillarte para oler sus botas de cuero, el olor es penetrante, como si te atrapara la necesidad de adorarla.

Haces respiraciones profundas como queriendo introducir ese aroma en tus entrañas y te llama la atención, la estética, su forma y observas, sus pies, pequeños y perfectamente diseñados para encajar en esas diminutas botas de tacones y altas hasta la rodilla.

Ahora, te tienta la necesidad de tocar, acariciar, percibir el tacto suave del cuero, el calor que desprende su cuerpo indica que te estas acercando a buen ritmo.

Ella, te toca con su fusta y te dice, besa mis botas y lame como un perro, hasta llegar a mis tacones altos de aguja. Y allí como si estuvieras besando su alma te lanzas a por el premio, con sutileza y deseo.

Sacas tu lengua y recorres cada rincón, con movimientos envolventes y acompasados.
Ahora te pide que desabroches su bota izquierda y que bajes la cremallera.

Obedeces a sus órdenes.

Sus pies pequeños y delicados, bien cuidados, las uñas pintadas de rojo carmín, te invitan a besarlos, pero no lo haces hasta que te llegue su mandato.

Ahora te pide que le desabroches la otra bota y hueles ese aroma a pies, escandalosamente sexual, te excita, cada segundo que pasa, las ganas de correrte, aumentan.

Pero la experiencia está en aumento, el olor te atrae como un panel de abejas a la miel, el color de sus uñas que brillan como el diamante, la suavidad de su piel que te eriza los pezones y el sabor que ahora mismo tienes en la boca, después de chupar y relamer su bota izquierda.

Miras como se abre de piernas y se acomoda en su silla, el olor que acaba de desprender es de su pubis que a distancia se huele.
Creo que te esta ordenado a olfatear sus braguitas de cuero negras.

¡Acércate y huele!

Y tú, que ya lo estas deseando, lentamente te vas a cercando, colocas tu nariz en medio de su pubis y comienzas a oliscar.

Tu nariz, toca sus labios vaginales y percibes los pliegues que están alrededor de la abertura de la vagina.

¿Estas preparado para continuar?

 

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